EL ARTE BARROCO EN MÉXICO.
En México, la mano de obra indígena
transmitió ciertos caracteres que recuerdan los de las artes prehispánicas. En
el siglo XVII, nació el estilo colonial, interpretación americana del Barroco,
este produjo una fabulosa cantidad de monumentos; el aporte indígena cobro
jerarquía propia y gradualmente los indios se adentraron en las creaciones
arquitectónicas, primero como ayudantes de sus maestros y luego crearon ellos
mismos obras arquitectónicas resolviendo los problemas de forma y color. Las ciudades
mexicanas se poblaron con las muestras extraordinarias de este movimiento como
catedrales, templos, palacios, capillas, ayuntamientos y casonas.
Lo Barroco se puede encuentra en la
decoración de la catedral de México, con retablos de gran belleza; en la
iglesia de la Santísima Trinidad, que fue construida por Lorenzo Rodríguez
entre 1755 y 1786; en la catedral de Panamá; en la Iglesia de la Compañía, en
el Cuzco.
Las manifestaciones artísticas
producidas en la Nueva España desde mediados del siglo XVII hasta finales del
siglo XVIII son barrocas; pero, de acuerdo a las características de cada una,
presentan modalidades muy particulares. No es posible una clasificación del
barroco, ya sea por su tipología o esquemas determinados, pues el barroco precisamente
se caracteriza por la diversidad de sus formas y un creador ejercicio de la
libertad para la composición de éstas; lo que en México y otros territorios de
la Nueva España se manifestó respondiendo a circunstancias sociales específicas.
Aunque podríamos llegar a la conjetura de que el barroco si estuvo dividido
según el estilo que siguió.