https://youtu.be/sg0XzdqMT0U

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sábado, 10 de septiembre de 2016

Gabriel Orozco


Este veracruzano es, indudablemente, el artista contemporáneo mexicano más reconocido en el exterior. Su nombre aparece ya en los libros de historia del arte más prestigiados y su obra ha sido expuesta en decenas de lugares alrededor del mundo, incluyendo la Serpentine Gallery y el Modern Tate, ambos en Londres, o el Centre Georges Pompidou en París.


                        Felipe Pérez Santiago



Graduado como compositor en el Centro de Investigación y Estudios Musicales (CIEM) de México, continuó sus estudios en la Royal School of Music de Londres y en el Conservatorio de Rotterdam. Tiene un par de composiciones interpretadas por el Kronos Quartet, “Camposanto” y “Encandilado”, y su exploración a través de diversas estepas sonoras hace de Pérez Santiago una figura importante en la escena de la clásica contemporánea y la experimentación musical.




Minerva Cuevas

Sus instalaciones de site specific se caracterizan por conjugar mensajes con cierto énfasis político o social. Sus piezas se incluyen en colecciones como la del Modern Tate, el Van Abbemuseum, el Pompidou y recientemente el MUAC. Generosa con su crítica, Cuevas es una de las más destacadas exponentes de la generación de artistas contemporáneos en el país.
Minerva Cuevas (Ciudad de México1975) es una artista conceptual mexicana.


Estudió en la Escuela Nacional de Artes PlásticasUNAM (1993-1997) en la Licenciatura en Artes Visuales. Es conocida por realizar proyectos que responden a contextos específicos a partir de investigación social y prácticas multidisciplinarias.



Rafael Lozano-Hemmer



Artista electrónico, instalacioncita y escultor cinético, Lozano-Hemmer es uno de los más intrigantes y reconocidos exponentes del arte contemporáneo en México. La profundidad con la que aborda la triada compuesta por arte, tecnología y espacio público, le han valido una destacada identidad creativa a nivel internacional.

BIOGRAFÍA:
Rafael Lozano-Hemmer (nacido el 17 de noviembre 1967 en la Ciudad de México) es un artista electrónico que trabaja con ideas de la arquitectura, teatro tecnológico yperformance. Vive y trabaja en Montreal.
Rafael Lozano-Hemmer es mejor conocido por sus intervenciones interactivas en espacios públicos en Europa, Asia y América. Sus instalaciones utilizan tecnologías como la robótica, proyecciones, sensores y redes de comunicación para interrumpir la homogeneización urbana con plataformas para la participación.
En 1999 creó la instalación "Alzado Vectorial" donde participantes en Internet podían controlar cañones anti-aéreos sobre el Zócalo de la Ciudad de México. La pieza se repitió en Vitoria en el 2002, en Lyon 2003, en Dublín 2004 y en Vancouver para las olimpiadas de invierno del 2010. Fue el primer representante oficial de México en la Bienal de Venecia, con una exposición individual en el Palazzo Soranzo Van Axel en la 52a Exposición Internacional de Arte del 2007. En 2006 su pieza "33 Preguntas por Minuto" fue adquirida por el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Su pieza "Público Subtitulado" (2005) está en la colección Tate de Gran Bretaña. 


ARTE CONTEMPORÁNEO MEXICANO.


Uno de los más constantes y halagadores elogios que recibe la ciudad de México en años recientes alude al movimiento de arte contemporáneo que se está forjando en esta capital. El halo surrealista que tradicionalmente la cobija, combinado con una inquietud creativa de las actuales generaciones y la llegada de personas propositivas que la eligen como destino, resulta en una estimulante mezcla, suficientemente fértil para convertirse en uno de los pulsos más activos de arte contemporáneo alrededor del planeta.

El fenómeno anterior nos sugiere una pregunta interesante: ¿quiénes son los máximos exponentes mexicanos dentro de la actual escena del arte? Responderla seguramente nos ayudará a enriquecer ese marco referencial que nos permitirá entender, y disfrutar, este momento especial en la historia creativa de nuestro país.


EL ARTE BARROCO EN MÉXICO.

En México, la mano de obra indígena transmitió ciertos caracteres que recuerdan los de las artes prehispánicas. En el siglo XVII, nació el estilo colonial, interpretación americana del Barroco, este produjo una fabulosa cantidad de monumentos; el aporte indígena cobro jerarquía propia y gradualmente los indios se adentraron en las creaciones arquitectónicas, primero como ayudantes de sus maestros y luego crearon ellos mismos obras arquitectónicas resolviendo los problemas de forma y color. Las ciudades mexicanas se poblaron con las muestras extraordinarias de este movimiento como catedrales, templos, palacios, capillas, ayuntamientos y casonas.
Lo Barroco se puede encuentra en la decoración de la catedral de México, con retablos de gran belleza; en la iglesia de la Santísima Trinidad, que fue construida por Lorenzo Rodríguez entre 1755 y 1786; en la catedral de Panamá; en la Iglesia de la Compañía, en el Cuzco.

Las manifestaciones artísticas producidas en la Nueva España desde mediados del siglo XVII hasta finales del siglo XVIII son barrocas; pero, de acuerdo a las características de cada una, presentan modalidades muy particulares. No es posible una clasificación del barroco, ya sea por su tipología o esquemas determinados, pues el barroco precisamente se caracteriza por la diversidad de sus formas y un creador ejercicio de la libertad para la composición de éstas; lo que en México y otros territorios de la Nueva España se manifestó respondiendo a circunstancias sociales específicas. Aunque podríamos llegar a la conjetura de que el barroco si estuvo dividido según el estilo que siguió.

FRIDA KAHLO



Frida Kahlo es la pintora latinoamericana más famosa del siglo XX y figura fundamental del arte mexicano. Conoció a Pablo Picasso y André Bretón; fue amiga del revolucionario ruso León Trotsky y del poeta Pablo Neruda. Su casa recibió a escritores, artistas, directores de cine, médicos, políticos, fotógrafos. Diego Rivera, el artista más reconocido del muralismo mexicano y esposo de Frida, la calificó así: “Tu genio […] está en el cuadro y en tu imagen. Decididamente no hay ningún pintor viviente que pueda hacer lo que tú. Te has echado al pico a toda la raza pintante."

Frida expuso en vida en la Julien Levy Gallery, en Nueva York (1938); en la Galerie Renou et Colle, en París (1939); en la Galería de Arte Mexicano de Inés Amor, en la Ciudad de México (1940); en la Exhibición Internacional de Surrealismo, y en la Galería de Arte Contemporáneo de Lola Álvarez Bravo (1953).



jueves, 8 de septiembre de 2016


La marcha de la humanidad en la tierra y hacia el cosmos, Siqueiros



Ocho mil metros cuadrados de un edificio octogonal, especialmente diseñado para la obra que formó parte de un proyecto hotelero. En su interior incluye un sistema de piso giratorio para facilitar la contemplación de la obra.

Av. Insurgentes Sur y Filadelfia, Col. Nápoles.



Katharsis, Orozco 


Una de las obras más reconocidas del artista, en la que expresa su repudio por la crueldad y corrupción de la sociedad moderna.
Éste decora una de las paredes más importantes del Palacio de Bellas Artes,

Av. Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas, Col. Centro.



Patricios y Parricidas, Siqueiros

Mural que decora el cielo raso y dos paredes del cubo de la escalera del Antiguo edificio de la Aduana, palacio del siglo XVIII que fungía como Tribunal del Consulado durante La Colonia.

Calles de República de Brasil y Venezuela, Col. Centro.




El hombre, amo y no esclavo de la técnica, Siqueiros (1951)


El mural desarrolla el tema del correcto uso del conocimiento científico, la técnica de la que se valió fue piroxilina sobre aluminio en un espacio de 4 × 18 m, superficie cóncava, semiexterior.

Prolongación Carpio y Lauro Aguirre, Col. Santo Tomás.



La nueva democracia, Siqueiros (1945)


Aplicado sobre tablero con la técnica de la pistola de aire, y cuya perspectiva produce el efecto de “perseguir” al espectador dependiendo del punto desde el que se observe.

Palacio de Bellas Artes, Avda. Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas, Col. Centro.



Juárez, el clero y los imperialistas, Orozco

Mural en el que Benito Juárez domina y se impone a la traición de quienes intentaron entregar el país al dominio extranjero durante la invasión francesa y el régimen de Maximiliano.

Sala de la Reforma y el Imperio, Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, 1ra. Sección Bosque de Chapultepec.




Omnisciencia, Orozco (1925)

Pintado en el cubo de la escalera del “Palacio de los Azulejos”, antigua residencia de los Condes del Valle de Orizaba, actualmente funciona como un famoso restaurante.

Madero y Callejón de la Condesa, Col. Centro.


 El Hombre controlador del Universo, Diego Rivera (1934) 


Segunda versión del que originalmente pintara en el Rockefeller Center de Nueva York y fuera destruido por sus detractores.

Palacio de Bellas Artes, Avda. Juárez No. 1, Col Centro.




La Historia de México, Diego Rivera (1929-1945)


En La historia de México, pintado en tres muros del Palacio Nacional, Diego Rivera representó una visión del pasado y futuro del país desde la perspectiva del nuevo régimen.
Conjunto de murales en el Palacio Nacional, Plaza de la Constitución o Zócalo de la ciudad de México.




miércoles, 7 de septiembre de 2016


La creación, Diego Rivera(1922)


Primer mural de Rivera en México, pintado a la encáustica (se emplea cera caliente como aglutinante de los pigmentos) en el Anfiteatro Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria. En éste, el artista combina elementos naturalistas con simbolistas, creando una armonía entre la arquitectura del recinto y las formas plásticas.

Ubicación: Antiguo Colegio de San Ildefonso, Justo Sierra No. 16, e/ República de Argentina y El Carmen, Col. Centro.


Liberación o La humanidad se libera de la miseria.




González Camarena quiso recrear el mural Díptico de la vida (1941) del edificio Guardiola del Banco de México, retirado y destruido después del sismo de 1957, escribe la historiadora del arte Raquel Tibol, “por la gazmoñería de unos potentados”. En este caso, sin embargo, prefirió ejecutar una composición en tres secciones evolutivas que plasman una interpretación plástica de la historia de México. La primera se refiere a la esclavitud: cuestiona las políticas agrarias posrevolucionarias mediante la presencia de un campesino anónimo que yace dentro de un ataúd y de una figura femenina desnuda, cubierta de tatuajes en la espalda, señales de los prejuicios y las prohibiciones. En la segunda tiene lugar el acto de liberación: varios hombres se despojan de sus ataduras en representación de la humanidad entera. En la última sección, la mujer mestiza que sostiene una semilla de maíz, símbolo de sabiduría y vida, se dirige finalmente a la liberación espiritual. El mural fue inaugurado en julio de 1963.



Jorge González Camarena.





El muralista, pintor y escultor Jorge González Camarena (1908-1980) nació en Guadalajara, Jalisco, México. Estudio arte en Escuela Nacional de Artes Plásticas de San Carlos en la ciudad deMéxico. En 1928, encabezó un movimiento para promover a Diego Rivera como director de la Academia de San Carlos.

Jorge formó parte de la Segunda Generación de la Escuela Mexicana de Pintura. Fue miembro del Seminario de Cultura Mexicana, la Academia de Artes, miembro de la Comisión Para Proteger los Murales de México del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), y presidente de la Asociación Mexicana de Artes Plásticas AMAPAC.

A lo largo de su carrera González Camarena se hizo acreedor a muchos premios como la Insignia José Clemente Orozco otorgada por el Congreso del Estado de Jalisco en1956, Segundo Premio en el Salón Anual de Pintura del INBA patrocinado por el Instituto Nacional de Bellas Artes en 1962, Placa de Oro del Gobierno de Jalisco en 1964, “L’Ordine al Mérito de la República Italiana” por parte del gobierno de Italia, por pintar un retrato de Miguel Ángel que fue colocado en la casa del artista italiano en 1967, y el Premio Nacional de Artes en la rama de pintura en 1970.

Las obras del artista han sido presentadas en un gran número de exposiciones en el Museo Nacional de Artes Plásticas en el Palacio de Bellas Artes. En las ciudad de México y la Exposición de Arte Mexicano Contemporáneo auspiciada por la Secretaria de Relaciones Exteriores y la OPIC en Burdeos, Paris, Lille, Lyón y Toulouse, Francia en 1958. El artista participó en varias exposiciones en el Museo Nacional de Arte Moderno (Palacio de Bellas Artes.) en 1959, 1962, y 1972. Veinticinco Años del Salón de la Plástica Mexicana, Homenaje a los Miembros Fundadores, en 1974, Exposición Retrospectiva en el Museo de Arte Moderno en Chapultepec y en la Galería Malintzincally en la ciudad de México.
Los murales de González Camarena forman parte de colecciones públicas como la biblioteca del Instituto Tecnológico de Monterrey, México (El historiador Sahagún.), el edificio principal del Instituto Mexicano del Seguro Social en México, D.F. (Pintura Mural.),Universidad de Concepción, Chile (Integración Latino Americana), Museo Nacional de Antropología en la ciudad de México(Las razas y la cultura), Palacio de Bellas Artes(Liberación), edificio del Senado mexicano (Las dos revoluciones), El Banco de México, en Veracruz, el Museo de Arte Moderno, y el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, en la ciudad de México.





Roberto Montenegro




Nervo, pintor, ilustrador, muralista, escenógrafo y grabador mexicano,
(Guadalajara, Jalisco, 19 de Febrero de 1885 ó 1887- Ciudad de México, 13 de Octubre de 1968). Inicia su formación artística en Guadalajara en el taller del italiano Félix Bernardelli desde 1903, aunque tan sólo dos años después fija su residencia en Ciudad de México e ingresa en la prestigiosa Escuela de Bellas Artes de Méjico o Academia de Bellas Artes de San Carlos, siendo discípulo entre otros del magnífico artista, Julio Ruelas. Asimismo, en este lugar en calidad de alumno conoce a los posteriormente ilustres: Diego RiveraFrancisco GoitiaJorge Enciso o Saturnino Hernán. En Noviembre1906, no obstante y gracias a una beca de estudios para Europa otorgada por la Secretaría de Instrucción Pública, recala en Madrid hasta 1907, momento en el que se muda a tierras francesas y se asienta en París entrando en contacto con el movimiento cubista y entablando relación con sus más destacados representantes: Georges BraquePablo Picasso o Juan Gris

Tras un breve retorno de tres años a su México natal, conoce al polifacético artista Gerardo Murillo o Dr. Atl, y pone de manifiesto su potencialidad artística estando presente en diversas exposiciones hasta su regreso a la ciudad del Sena en 1913. Sin embargo, el comienzo de la I Guerra Mundial fuerza su huida hacia Barcelona y Mallorca, población en la que durante el desarrollo del conflicto pinta el primero de sus murales para el casino de la ciudad de Palma de Mallorca.


Terminada la contienda, instalado de  nuevo en México a partir de 1921 y a petición de José Vasconcelos, Secretario de Educación Pública y el cual le asigna el Departamento de Artes Plásticas, lleva a cabo distintos murales como por ejemplo los que realizó en El Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo: El Árbol de la vidaLa vendedora de periódicos o La fiesta de la Santa Cruztambién conocida como La reconstrucción de México por obreros e intelectuales(conservado allí), o en diversos edificios públicos como en La Escuela Nacional de maestros o La Escuela Benito Juárez. De igual manera por esta época destaca su obra, La lámpara de Aladino(1924-1926).

martes, 6 de septiembre de 2016

Federico Cantu (1908 - 1989)



Nació el 3 de marzo de 1908 en Cadereyta, Nuevo León. En 1922 y 1923 asistió a la Escuela de Pintura al Aire Libre de Coyoacán, dirigida por Alfredo Ramos Martinez. Entre 1924 y 1931 viajó a Francia, España y Estados Unidos, perfeccionando su oficio y exhibiendo su obra en Los Angeles, California, y en la ciudad de Nueva York. Volvió a Francia y en 1938 hizo una segunda visita a Nueva York, permaneciendo ahí hasta 1941. En 1943 ingresó como maestro en la escuela de La Esmeralda. En 1945 se inició en el grabado a buril bajo las enseñanzas de Carlos Alvarado Lang. Al año siguiente dio principio a la serie de grabados en plata para el Comulgatorio de la Iglesia de la Purísima, en Monterrey, que terminó en 1952. En 1949 viajó a Estados Unidos para impartir clases en la Universidad de California. La gran exposición retrospectiva que presentó en el Palacio de Bellas Artes en 1970, puso en relieve su versatilidad y fecunda producción, al mostrar obras de 1922 a 1970 en técnicas de dibujo, pintura, grabado, vitral, bajorrelieve y escultura. En 1986 el Palacio de Bellas Artes presentó la exposición homenaje "Federico Cantú: Ciclos y Reencuentros". Murió el 29 de enero de 1989 en la Ciudad de México y sus cenizas reposan al pie del mural que pintara en el Seminario de las Misiones Extranjeras. En septiembre de 1991 el Museo Franz Mayer y el Museo Nacional de la Estampa realizaron conjuntamente un homenaje con exposición de pintura, dibujo y grabado.





Rufino Tamayo

Rufino Tamayo nació en 1899, en Oaxaca. Huérfano a los 8 años, emigró con una tía a la capital mexicana; a los 18 asistió a la Escuela de Bellas Artes, antigua Academia de San Carlos. En 1921 fue nombrado Jefe del Departamento de Dibujo Etnográfico del Museo Nacional de Arqueología, y en 1932, ocupó el cargo de Jefe del Departamento de Artes Plásticas de la SEP. En 1936 participó como delegado de la Liga Mexicana de Pintores y Artistas Revolucionarios, en el Congreso de Artistas de Nueva York. Durante los siguientes años pintó de forma independiente; realizó su primera exposición individual en 1926 en México, y en 1937 en Nueva York, donde también fue profesor de la Dalton School. A partir de entonces dividió sus temporadas de residencia entre Nueva York y México, viviendo la mitad en una ciudad y el tiempo restante en la otra. En 1948, se realizó una gran muestra titulada Tamayo, 20 años de su labor pictórica, en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, cerrando con esto una etapa en la trayectoria artística.


Los murales de Tamayo


En 1932 se le encargó su primer mural titulado Música, en la Escuela Nacional de Música. En esta obra, terminada en 1933, la música aparece como figura simbólica, tratada humana y poéticamente.

Otro de sus murales, Revolución -Raquel Tibol lo llama El pueblo contra los tiranos-, de 1938 y también trabajado al fresco, fue realizado en el Museo de las Culturas. Se refiere a la lucha armada de México y representa el fin del régimen porfirista. Éste es uno de los pocos ejemplos en los que el pintor hace referencia al tema de la Revolución; en el caso de Tamayo no existe un compromiso personal y así lo demuestran sus obras posteriores. A pesar de que el tema es de contenido político-social, no expresa, como en Orozco, Rivera o Siqueiros, la tragedia del pueblo mexicano. Precisamente en esto radica la importancia y el atractivo de esta obra que, por otro lado, corresponde a una etapa de realismo en la pintura de Tamayo, caracterizada por el uso de tonos terrosos, opacos, así como por el uso limitado del color, compuesto por ocres, grises, cafés, negros, blanco y rojo.

Según los especialistas, ninguno de estos dos murales pueden considerarse obras acabadas. El primer mural que concluyó fue el realizado en 1943, en la biblioteca de arte del Smith College en Northampton, Mass.

De los murales realizados en el Palacio de Bellas Artes, encontramos Nacimiento de nuestra nacionalidad, de 1952. Fue realizado sobre tela de lino en bastidor de gran formato y trabajada con pigmentos de vinelita. Aquí desarrolla un tema frecuente desde los inicios del muralismo: el proceso revisión y búsqueda de la identidad nacional. Tamayo se identifica plenamente con el tema debido a su origen zapoteca; su visión, por lo tanto, parte de la realidad cotidiana para transformarse en poética universal. Milena Koprivitza señaló que el punto de partida para el tratamiento de la alegoría consistió en representar valores culturales europeos y americanos, marco espacial donde sucede un trance irreversible: el alumbramiento de un nuevo ser. El resultado, plenamente logrado aquí, se vincula estrechamente con el tratamiento que el pintor da al pigmento de vinelita como material expresivo plástico. Para ello empleó pocos colores diferentes entre sí. En cambio, juega con un rico, amplio espectro de tonalidades cromáticas que le dan un carácter sutil, de imprecisión en los contornos de las formas, restándoles peso a los volúmenes. Este mural sintetiza el pensamiento de Tamayo, su estilo propio plenamente consolidado que se basa en el manejo extraordinario del color, lleno de luz y de formas que, aunque sujetas al simbolismo narrativo, proyectan una total liberación del realismo.


El universo 1982



México de hoy. Realizado en 1953 y trabajado con la misma técnica que el anterior, cierra el paréntesis abierto por Tamayo en Nacimiento de nuestra nacionalidad sobre la perspectiva histórica. Aquí se ocupa de mostrar un resultado constructivo que establece sus fundamentos en el pasado. Llama poderosamente la atención por lo vibrante de la escala de valores cromáticos y por la gama del rosa mexicano, abundante en el arte popular mexicano y especialmente apreciado por el pintor oaxaqueño. Las formas de este mural, en proceso de desintegración, tienden hacia su esencia aun cuando son todavía reconocibles dentro de la naturaleza. En los murales del Palacio de Bellas Artes, Tamayo utilizó un lenguaje formal abstracto.

Los años durante los cuales Tamayo pintó las obras del Palacio de Bellas Artes, fueron decisivos para el marco de una nueva orientación del arte mexicano, así como para la transformación de su propia trayectoria artística. Esta nueva situación correspondió a un cambio social que repercutió en todos los niveles del país; a partir de este momento -con el inicio del sexenio presidencial de Miguel Alemán- se vivirá una etapa desarrollista que estimuló el turismo, la dependencia económica y el intercambio cultural con otros países, en especial con Estados Unidos.

Desde 1949 Tamayo inició una nueva etapa en la internacionalización del arte mexicano. De manera simultánea expuso en Nueva York, Bruselas, París. La renovación de su lenguaje formal significó para la plástica mexicana un nuevo estímulo que atrajo a las generaciones posteriores. Esta cualidad se observa en el manejo explosivo del color, en sus valores luminosos, además del tratamiento de la forma, que parte de la realidad para irla desintegrando sin perder del todo su figurativismo; éste abre un nuevo camino de expresión en la pintura mexicana.


 





José Clemente Orozco


Zapotlán, actual Ciudad Guzmán, 1883 - México, 1949) Muralista mexicano. Unido por vínculos de afinidad ideológica y por la propia naturaleza de su trabajo artístico a las controvertidas personalidades de Rivera, Siqueiros y Tamayo, José Clemente Orozco fue uno de los creadores que, en el fértil período de entreguerras, hizo florecer el arte pictórico mexicano gracias a sus originales creaciones, marcadas por las tendencias artísticas que surgían al otro lado del Atlántico, en la vieja Europa.
Orozco colaboró al acceso a la modernidad estética de toda Latinoamérica, aunque la afirmación tenga sólo un valor relativo y deban considerarse las peculiares características del arte que practicaba, poderosamente influido, como es natural, por la vocación pedagógica y el aliento político y social que informó el trabajo de los muralistas mexicanos. Empeñados éstos en llevar a cabo una tarea de educación de las masas populares, con objeto de incitarlas a la toma de conciencia revolucionaria y nacional, debieron buscar un lenguaje plástico directo, sencillo y poderoso, sin demasiadas concesiones al experimentalismo vanguardista.
Embajador artístico e incansable viajero
En 1928 el artista decide realizar un viaje por el extranjero. Se dirigió a Nueva York para presentar una exposición de sus Dibujos de la Revolución; inició de ese modo una actividad que le permitirá cubrir sus necesidades, pues Orozco se financia a partir de entonces gracias a sus numerosas exposiciones en distintos países. Su exposición neoyorquina tuvo un éxito notable, que fructificó dos años después, en 1930, en un encargo para realizar las decoraciones murales para el Pomona College de California, de las que merece ser destacado un grandilocuente y poderoso Prometeo; en 1931 decoró, también, la New School for Social Research de Nueva York.

Pero pese a haber roto con los moldes academicistas y a su rechazo a las innovaciones estéticas de la vieja Europa, el pintor sentía una ardiente curiosidad, un casi incontenible deseo de conocer un continente en el que habían florecido tantas civilizaciones. Los beneficios obtenidos con su trabajo en Nueva York y California le permitieron llevar a cabo el soñado viaje. Permaneció en España e Italia, dedicado a visitar museos y estudiar las obras de sus más destacados pintores.
Prometeo (1944)
Se interesó por el arte barroco y, desde entonces, puede observarse cierta influencia de estas obras en sus posteriores realizaciones, sobre todo en la organización compositiva de los grupos humanos, en la que son evidentes las grandes diagonales, así como en la utilización de los teatrales efectos del claroscuro, que descubrió al estudiar las obras de Velázquez y Caravaggio, que le permitió conseguir en sus creaciones un poderoso efecto dramático del que hasta entonces carecía, gracias al contraste entre luces y sombras y a las mesuradas gradaciones del negro en perspectivas aéreas.